Cuando tratamos un divorcio en nuestro despacho , muchas veces el cliente nos enseña su teléfono móvil para ofrecernos ver los mensajes de whatsapp y nos pregunta si se pueden aportar al juzgado.

Para empezar, seamos claros: la mitad de las veces los mensajes no se entienden… no se acaban las frases, están mal redactados, el corrector hace de las suyas, hay muchos sobreentendidos y lo que para quien participa en la conversación aparece con una claridad aplastante, en cambio, en el plano objetivo, a una persona ajena a la relación le cuesta mucho ver lo que aquél quiere demostrar con esos mensajes. Muchas veces el interés de los abogados en apoyar al cliente puede producir un efecto contagio, haciendo perder la perspectiva y encontrarnos con que el juez hace caso omiso de esos mensajes sencillamente porque es imparcial y como ni los entiende, ni realmente reflejan el sentido que el cliente ha querido darles, no los tiene en cuenta. Es preferible mirarlos con lupa y con objetividad antes de presentarlos en juicio.

Elegir qué pruebas son las apropiadas para aportar a tu juicio de divorcio con el objetivo de probar unos hechos, le corresponde a tu abogado. Como también corresponde a tu abogado señalarle al juez los defectos que puedan tener las pruebas que presente la otra parte.

Los vídeos y audios tampoco son notarios de la realidad que deban ser seguidos a rajatabla, de manera que también hay que analizar si cumplen los criterios técnicos jurídicos suficientes para demostrar lo que queremos. Para empezar pueden editarse, pero también pueden ser sacados de contexto y una infinidad de circunstancias pueden hacer que su valor probatorio que creíamos absoluto, finalmente quede desinflado.

Para tu divorcio, te decimos lo de siempre: busca un abogado especializado en familia y confía en sus decisiones.

WhatsApps en divorcios, ¿son pruebas válidas?

Navegación de la entrada